Annobón, la remota isla africana que clama ser parte de Argentina tras décadas de abandono

El pequeño territorio insular de Annobón, situado en el Golfo de Guinea y autoproclamado independiente de Guinea Ecuatorial desde 2022, llamó la atención de los argentinos tras solicitar apoyo a Buenos Aires frente a una crisis histórica de abandono, represión y pobreza.

Annobón es una diminuta isla volcánica en medio del océano Atlántico, a 7.556 kilómetros de Argentina. Con apenas 17 kilómetros cuadrados y unos 5.000 habitantes, esta isla africana —poco conocida incluso en los mapas— logró en los últimos días captar el interés digital de los argentinos tras una inusual petición: ayuda humanitaria. La solicitud vino acompañada de un argumento histórico inesperado, pero cierto: Annobón formó parte, brevemente, del antiguo Virreinato del Río de la Plata, dependiendo de Buenos Aires entre 1778 y 1780.

Orlando Cartagena Lagar, una de sus principales autoridades, viajó a Argentina para dar visibilidad a la situación. El presidente annobonés, Pa Nando Palas Bahê, explicó en una entrevista con Radio La Red que no buscan anexión, sino apoyo para que organismos internacionales escuchen sus reclamos. La declaración coincidió con un pico de búsquedas en Google Trends por parte de usuarios argentinos, especialmente en Buenos Aires, Córdoba y Tierra del Fuego, donde el nombre de la isla se volvió tendencia.

Una historia marcada por esclavitud, abandono y represión

Descubierta por portugueses el 1 de enero de 1473 —de ahí su nombre “Ano Bom” (Año Bueno)—, Annobón fue un punto estratégico en la ruta del comercio esclavista entre África y América. España tomó el control en 1778 mediante el Tratado de El Pardo y la integró brevemente al Virreinato del Río de la Plata. En 1968, con la independencia de Guinea Ecuatorial, Annobón fue absorbida como una provincia más. Desde entonces, la isla ha vivido décadas de abandono institucional y episodios traumáticos: epidemias sin atención médica, deportaciones forzadas, explotación laboral, violaciones a mujeres, y hasta denuncias de acuerdos para el depósito de residuos tóxicos durante la dictadura de Obiang Nguema.

En 2022, Annobón se declaró independiente de forma unilateral. Aunque no ha sido reconocida internacionalmente, cuenta con un gobierno propio encabezado por Pa Nando Palas Bahê y un gabinete que incluye ministros de Asuntos Exteriores, Sociales e Información. La isla busca ahora visibilidad, justicia y el respaldo de la comunidad internacional.

Belleza natural en medio del aislamiento

A pesar de su trágica historia, Annobón es una joya natural. Su capital, San Antonio de Palé, se alza frente a playas doradas, acantilados abruptos y el lago Mazafín, un cráter volcánico de belleza singular. Su geografía accidentada y sus aguas cristalinas contrastan con la realidad social de su gente, que vive sin acceso regular a salud, educación o alimentos básicos.

La isla mantiene un frágil vínculo comercial con la vecina Santo Tomé, gracias a embarcaciones artesanales. A nivel cultural, conviven tres lenguas: el español, el francés y el annobonense, un criollo de base portuguesa. Aunque alejada del circuito turístico global, Annobón guarda un potencial inexplorado, tanto en biodiversidad como en patrimonio histórico.

¿Puede Argentina convertirse en aliada de este microestado?

La resonancia del caso en redes y medios argentinos ha sido inesperada pero significativa. El eco del pasado colonial parece abrir un debate contemporáneo: ¿debe Argentina actuar como un puente para visibilizar la situación de Annobón ante organismos internacionales?

En un contexto mundial donde los derechos humanos y la autodeterminación de los pueblos vuelven a estar en la agenda global, la historia de esta pequeña isla perdida en el Atlántico podría convertirse en un símbolo de lucha silenciosa que merece ser escuchada.

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