Un caso de hospitalización enciende la alerta: ¿qué tan peligrosos son los escorpiones en España y dónde se encuentran?
De las 1.500 especies de escorpiones que existen en el mundo, solo entre 30 y 40 poseen veneno lo suficientemente potente como para ser considerado letal para el ser humano, aunque en España la precaución sigue siendo obligatoria para los más vulnerables.
El escorpión o alacrán, con su silueta prehistórica y su aguijón temido, arrastra una leyenda de muerte instantánea. Sin embargo, la realidad científica es mucho más matizada. Mientras que en ciertas regiones del mundo el encuentro puede ser fatal, en otros destinos, como gran parte de Europa, su picadura, aunque extremadamente dolorosa, rara vez resulta mortal. Es fundamental para el viajero y residente distinguir el mito de la amenaza real.
Mitos y Realidades: Desarmando el pánico
La fascinación y el terror que inspiran estos arácnidos han generado creencias populares que no se sostienen:
El Riesgo en España: El escorpión amarillo, potencialmente peligroso
En España, existen alrededor de siete especies, pero solo las pertenecientes al género Buthus deben considerarse de riesgo.
La especie más común y potencialmente peligrosa es el escorpión amarillo común (Buthus occitanus y sus parientes ibéricos como B. ibericus). Este alacrán se localiza principalmente en las zonas áridas y pedregosas de la Península Ibérica, prefiriendo climas cálidos.
Su picadura provoca un dolor intenso y localizado, inflamación, sudoración e incluso síntomas sistémicos como náuseas, vómitos y fiebre. Si bien es raramente mortal en adultos sanos, el riesgo es real para la población más vulnerable mencionada, lo que exige una atención médica inmediata ante cualquier accidente. Otras especies españolas, como el escorpión negro (Euscorpius flavicaudis), tienen un veneno de toxicidad leve, similar al de una picadura de abeja.
Alerta para viajeros: Destinos de alto riesgo
Los turistas deben extremar las precauciones al viajar a destinos donde estas especies son reconocidas por su alta letalidad:
África del Norte y Oriente Medio (Egipto, Marruecos, Túnez): Hogar del temido Leiurus quinquestriatus (acechador de la muerte) y del género Androctonus (cola gorda), responsables de la mayoría de muertes por escorpión en el mundo. El riesgo aumenta tras las lluvias, cuando buscan refugio en casas y tiendas de campaña.
México y Suroeste de EE. UU. (Arizona): Regiones con alta biodiversidad de escorpiones. Especies del género Centruroides (como el escorpión de corteza de Arizona) son neurotóxicas y un problema de salud pública significativo en ciertas áreas.
India, Pakistán y Nepal: El Escorpión rojo hindú (Hottentotta tamulus) es considerado uno de los más letales del planeta, con un veneno neurotóxico extremadamente potente.
Protocolo de supervivencia: Qué hacer y cómo evitar la picadura
La clave para afrontar un incidente es la calma y la rapidez.
Qué hacer si le pica un escorpión:
Atención Médica Inmediata (Prioridad): Acuda al centro de salud u hospital más cercano lo antes posible, especialmente si la víctima es un niño, anciano o presenta síntomas sistémicos (dificultad para respirar, vómitos, fasciculaciones).
Limpiar la Zona: Lave la herida con abundante agua y jabón.
Aplicar Frío: Utilice una compresa fría (un paño mojado con agua helada) para reducir el dolor y retrasar la absorción del veneno. No aplique hielo directo ni torniquetes.
Inmovilización: Mantenga la extremidad afectada en reposo y, si es posible, elevada.
Evitar Remedios Caseros: Nunca succione el veneno, no corte la herida ni aplique pomadas, alcohol o sustancias que no hayan sido indicadas por un médico.
Cómo evitarlos en zonas de riesgo:
La prevención se basa en inspeccionar y sellar:
Inspección del Calzado y Ropa: Sacuda vigorosamente el calzado, las medias, la ropa y las toallas antes de usarlas, especialmente si han estado en el exterior o en el suelo.
En la Cama: Sacuda la ropa de cama y revise las sábanas antes de acostarse. Mantenga la cama separada de las paredes.
El Hogar: Siga el protocolo "antialacrán": selle grietas, hendiduras y agujeros en paredes y suelos. Coloque mallas finas o mosquiteros en desagües y rejillas de ventilación.
Caminar y Acampar: Evite caminar descalzo en zonas áridas y pedregosas. Tenga precaución al levantar piedras, troncos o escombros.