¿Ventana o Pasillo? El eterno dilema de los viajes en avión
El 40% de los viajeros prefiere el pasillo, el 37% la ventana y el resto está abierto a cualquiera, según encuestas recientes. Es hora de examinar qué se esconde detrás de esta curiosa elección.
La elección del asiento en un avión va mucho más allá de una simple preferencia; es una decisión que afecta la comodidad, el bienestar y, sorprendentemente, la seguridad durante el viaje.
¿Eres de los que sueñan con las vistas espectaculares y el refugio de la ventana, o priorizas la libertad de movimiento que ofrece el pasillo? Analizamos el eterno debate con datos, estudios de seguridad y recomendaciones de expertos.
Seguridad a bordo: La perspectiva de los expertos
Aunque la aviación comercial es el medio de transporte más seguro, en el improbable caso de una emergencia, la ubicación del asiento podría influir en el tiempo de evacuación.
Proximidad a las Salidas de Emergencia: Los estudios, incluyendo análisis de la NTSB (National Transportation Safety Board) de EE. UU., indican que los asientos ubicados en las filas más cercanas a una salida de emergencia ofrecen la mayor probabilidad de supervivencia. Esto no depende de si es ventana o pasillo, sino de la fila.
La Ventaja del Pasillo en la Evacuación: En simulacros de evacuación, el factor clave es la rapidez. El asiento de pasillo permite un acceso instantáneo al corredor, lo que puede ser crucial para desalojar el avión en los 90 segundos reglamentarios. Los pasajeros de la ventana y el asiento central deben esperar a que el de pasillo se levante.
El Mito de la Parte Trasera: Si bien un análisis de la revista Popular Mechanics sugirió que los asientos en la parte trasera del avión tienen una tasa de fatalidad ligeramente menor en accidentes (un 49% frente a un 56% en el tercio medio), las aerolíneas y los organismos de seguridad insisten en que no hay un asiento inherentemente más seguro. La seguridad depende más de las circunstancias del accidente y de seguir las instrucciones de la tripulación.
Comodidad y bienestar: Un análisis del viajero
La decisión de asiento también tiene implicaciones directas en la salud y el confort, especialmente en vuelos de larga duración (más de 6 o 7 horas).
Ventaja: El santuario personal
Control del Sueño: La pared lateral de la aeronave es el soporte perfecto para dormir sin invadir el espacio del vecino. Además, tienes el control de la luz de la ventanilla, evitando destellos molestos.
El "Factor Psicológico": La ventana ofrece una sensación de refugio y mayor control sobre el entorno inmediato, reduciendo la ansiedad en algunos pasajeros.
Pasillo: Libertad y salud
Movilidad y Circulación: La principal ventaja es la facilidad para levantarse. Esto es vital para prevenir la trombosis venosa profunda (TVP), un riesgo de los vuelos largos que se reduce moviéndose e hidratándose con regularidad. Para los pasajeros altos, la posibilidad de estirar una pierna hacia el pasillo es un alivio.
Rapidez de Acceso: La entrada y salida del avión es más rápida, ideal para aquellos con conexiones ajustadas o que simplemente desean evitar la aglomeración.
Consejos clave para elegir el asiento perfecto
Vuelos Largos (Más de 6-7 horas): Pasillo. La prioridad es la salud y el confort. La posibilidad de ir al baño, estirar las piernas y acceder a tu equipaje de mano sin molestar es invaluable.
Vuelos Cortos (Menos de 6 horas): Ventana. Si la necesidad de moverse es menor, las vistas y el apoyo para la cabeza hacen que el viaje sea más placentero.
Si Viajas en Grupo: Si viajas con acompañantes, considerar una fila de tres (Ventana, Centro, Pasillo) y rotar los puestos puede maximizar el confort de todos.
Usa Herramientas Especializadas: Sitios web como SeatGuru o aplicaciones de aerolíneas permiten ver mapas detallados, identificar asientos con espacio extra para las piernas (salidas de emergencia) y evitar aquellos con restricciones (cerca de baños o cocinas).