Teotihuacán renace: La pirámide de la Luna vuelve a abrir sus brazos al mundo
Tras cinco años de inactividad, la majestuosa Pirámide de la Luna en Teotihuacán ha reabierto parcialmente sus puertas, convocando a miles de entusiastas turistas que ansían reconectar con uno de los sitios arqueológicos más emblemáticos de México.
La noticia, anunciada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ha sido recibida con entusiasmo tanto por visitantes como por la comunidad local.
Desde el pasado 19 de mayo, se permite nuevamente el ascenso a la primera parte de la Pirámide de la Luna, una medida cuidadosamente calibrada para equilibrar la experiencia turística con la impostergable necesidad de preservar sus milenarias estructuras.
Durante el lustro de su cierre, el imponente monumento fue objeto de exhaustivas labores de adecuación. Se instalaron pasamanos para asegurar el ascenso, se repararon meticulosamente baches y oquedades en sus plataformas, y se llevaron a cabo intensas jornadas de limpieza y deshierbe, todo ello para garantizar tanto la seguridad de los visitantes como la óptima conservación del entorno arqueológico.
La reactivación del acceso ha sido una bendición para el turismo y la economía local. Miles de visitantes, provenientes de diversas latitudes como Barcelona, Madrid, Berlín, Bogotá, Buenos Aires, Ciudad del Cabo, Chicago, Copenhague, Dubái, El Cairo, Hong Kong, Houston, Lima, Lisboa, Londres, París, Río de Janeiro, Roma, Santiago de Chile, Seúl, Sídney, Tokio, Toronto y Vancouver, entre otras ciudades, han acudido a Teotihuacán, revitalizando el flujo de visitantes y generando una derrama económica que beneficia directamente a los comerciantes y residentes de la zona.
Un Vistazo a la Historia y Riqueza Cultural de Teotihuacán
La Pirámide de la Luna, ubicada estratégicamente al final de la imponente Calzada de los Muertos, es la segunda estructura más grande del complejo arqueológico de Teotihuacán.
Durante siglos, esta monumental construcción ha sido un símbolo inmutable de poder, ritual y un enigma fascinante para arqueólogos e historiadores.
Su reapertura no es solo el regreso de un atractivo turístico clave, sino una invitación a reconectar con profundas raíces históricas y culturales.
La ciudad de Teotihuacán, cuyo nombre significa "Lugar donde los hombres se convierten en dioses", fue una de las metrópolis más grandes e influyentes de Mesoamérica, alcanzando su apogeo entre los años 150 y 650 d.C.
Su planificación urbana avanzada, sus imponentes pirámides y sus complejos sistemas de drenaje son testimonio de una sociedad altamente organizada y sofisticada, cuya influencia se extendió por vastas regiones.
Los teotihuacanos, una civilización de la que aún se desconocen muchos detalles, eran expertos en la producción de obsidiana, un material volcánico utilizado para herramientas, armas y objetos rituales.
Su cosmovisión estaba impregnada de simbolismo, reflejado en sus murales y en la arquitectura de sus pirámides, que no eran solo templos, sino también observatorios astronómicos y centros ceremoniales donde se realizaban complejas ofrendas y rituales.
Aunque la razón exacta de su colapso alrededor del siglo VII d.C. sigue siendo un misterio, su legado perdura, y la Pirámide de la Luna, con su reciente reapertura, nos invita a desentrañar parte de ese enigmático pasado.
Datos Curiosos de la Pirámide de la Luna
La Pirámide de la Luna esconde varios secretos y detalles fascinantes que la hacen aún más intrigante:
Construcciones Superpuestas: Al igual que otras pirámides mesoamericanas, la Pirámide de la Luna no fue construida de una sola vez. Se han descubierto al menos seis fases constructivas superpuestas, cada una expandiendo la anterior, lo que demuestra el crecimiento y la evolución de la ciudad a lo largo de siglos.
Enterramientos Rituales: En el interior de la pirámide se han encontrado entierros rituales que contienen restos humanos, a menudo con las manos atadas a la espalda, acompañados de ofrendas de animales como lobos, pumas, águilas y serpientes, así como objetos de jade y obsidiana. Estos hallazgos sugieren prácticas sacrificiales y la importancia de estos animales en su cosmovisión.
Visión de la Calzada: Ascender a la primera parte de la Pirámide de la Luna ofrece una vista panorámica espectacular de la Calzada de los Muertos y de la Pirámide del Sol, permitiendo apreciar la grandiosidad y el diseño urbanístico de esta antigua metrópolis.
Inspiración para su Nombre: Aunque su verdadero nombre es desconocido, se cree que la Pirámide de la Luna recibió su denominación moderna debido a su alineación con el Cerro Gordo, que tiene la forma de la luna en algunas fases.
La reapertura de la Pirámide de la Luna es, sin duda, un hito que celebra la resiliencia del patrimonio cultural y la eterna fascinación por las civilizaciones antiguas. Es un llamado a la aventura y al descubrimiento de un pasado que sigue vivo en cada piedra de Teotihuacán.