¡El lado oscuro de la espiritualidad india! Los Aghori comen excrementos, profanan tumbas y devoran carne humana

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Realizan prácticas extremas, rompen todas las convenciones sociales en su búsqueda trascendental. ¿Quiénes son estos hombres que desafían la muerte y la moral?

En el corazón de la India, donde la espiritualidad adopta innumerables formas, existe una secta que se aparta radicalmente de las normas establecidas: los Aghori.

Cubiertos en ceniza de crematorio, a menudo portando cráneos humanos y participando en rituales que para muchos resultan repulsivos, estos ascetas encarnan una paradoja intrigante. Su historia, aunque envuelta en misterio, se entrelaza con antiguas tradiciones y una filosofía de vida que busca la trascendencia a través de la aceptación de lo impuro.

Si bien la palabra "Aghori" comenzó a resonar con fuerza apenas en el siglo XVIII, sus raíces parecen hundirse en las prácticas de los temidos Kapalikas, una secta ascética documentada desde el siglo VII. Los Kapalikas, conocidos por portar cráneos (kapala) y por rituales que incluso incluían sacrificios humanos (una práctica afortunadamente extinta), parecen haber legado a los Aghori una serie de costumbres transgresoras.

A diferencia de otras órdenes hindúes más estructuradas, los Aghori se caracterizan por su falta de organización. Predominantemente solitarios, desconfían de los extraños e incluso evitan el contacto con sus propias familias. Curiosamente, muchos provienen de las castas más bajas de la sociedad india, lo que podría sugerir una búsqueda de liberación de las estructuras sociales jerárquicas.

Desafiando la moral y abrazando lo impuro: ¿Por qué esta vía radical?

La filosofía Aghori se centra en la creencia de que Brahman, la realidad última, impregna todo lo que existe, sin distinción entre lo puro y lo impuro, lo sagrado y lo profano. Para alcanzar la iluminación y la liberación del ciclo de la reencarnación (moksha), buscan trascender las dualidades y los juicios de valor de la sociedad convencional.

"Ven todo como una manifestación de un ser supremo. No rechazan ni odian a nadie ni a nada. Por eso no hacen una distinción entre la carne de un animal sacrificado y la carne humana. Comen lo que hay", explica Manoj Thakkar, autor de una novela biográfica sobre los Aghori.

Esta perspectiva radical los lleva a consumir sustancias y alimentos considerados tabú por la mayoría, incluyendo carne de animales sacrificados e incluso, en casos extremos y según algunos relatos, carne humana.

Su conexión con Shiva, el dios hindú de la destrucción y la transformación, y su consorte Shakti, la energía divina, es fundamental. A menudo se les encuentra viviendo en o cerca de los shamshan ghats (terrenos de cremación), lugares que la mayoría evita por su asociación con la muerte. Para los Aghori, estos sitios simbolizan la disolución del ego y la impermanencia de la vida, convirtiéndose en puntos de partida para su búsqueda espiritual.

"La mayoría de las personas temen a la muerte. Las tierras de la cremación simbolizan la muerte. Ese es el punto de partida para un Aghori. Quieren desafiar la moral y los valores del hombre común", señalan los expertos.

El consumo de marihuana también forma parte de algunas de sus prácticas, buscando, según Thakkar, mantener la conciencia incluso en estados alterados. Sin embargo, la indiferencia hacia el dinero y las posesiones materiales es una característica común entre los "verdaderos" Aghori, quienes se dice que rezan por el bienestar de todos sin esperar nada a cambio.

Un rostro inesperado: El servicio social de los Aghori

En las últimas décadas, ha surgido un aspecto sorprendente de la tradición Aghori: su involucramiento en el servicio social. Inspirados quizás por movimientos religiosos más convencionales, algunos Aghori han comenzado a ofrecer atención médica a pacientes con lepra, una enfermedad históricamente estigmatizada en la India.

"Los Aghori están trabajando con aquellos que se consideran las personas más intocables de la humanidad", comentan algunos especialistas. En lugares como Varanasi, clínicas administradas por Aghori brindan refugio y tratamiento a pacientes de lepra abandonados por sus familias, combinando medicina ayurvédica, baños rituales y medicina occidental moderna. Esta labor humanitaria presenta una faceta contrastante con las prácticas más extremas que los caracterizan.

Encuentros con lo desconocido: recomendaciones para viajeros

Para los viajeros intrépidos que puedan encontrarse con Aghori, es crucial recordar que son individuos complejos con una filosofía de vida profundamente arraigada, aunque a menudo incomprensible para los occidentales. Aquí algunas recomendaciones:

  • Observación Respetuosa: Si te encuentras con un Aghori, mantén una distancia respetuosa. Evita el contacto visual directo prolongado si te resulta incómodo y nunca tomes fotografías sin permiso explícito. Recuerda que muchos viven aislados y no buscan la interacción con extraños.

  • Evita el Juicio: Sus prácticas pueden parecer impactantes o incluso repulsivas desde una perspectiva occidental. Intenta suspender el juicio y reconocer que su camino espiritual es diferente al tuyo.

  • Comprende su Contexto: Investiga sobre la historia y la filosofía Aghori antes de tu viaje. Esto te ayudará a comprender mejor sus motivaciones y a evitar interpretaciones erróneas.

  • Sé Consciente de las Costumbres Locales: En la India, es importante vestirse y comportarse con modestia, especialmente en lugares religiosos o donde haya ascetas.

  • Prioriza tu Seguridad: Si bien la mayoría de los Aghori no representan una amenaza, es prudente mantener la distancia y evitar situaciones que te hagan sentir incómodo o inseguro.

@yeraltindanbilgiler

AGHORİ "Üstüne ölü külü sürüyor!"

♬ Yer6 Film - orijinal ses - Yer6 Film

Un legado contradictorio:

A pesar de su pequeño número (se estima que son unos pocos miles en un país de más de mil millones de hindúes), los Aghori continúan fascinando y repeliendo a partes iguales. Incluso para muchos indios acostumbrados a la diversidad de caminos espirituales, un encuentro con un Aghori puede resultar perturbador. Relatos de prácticas como el sexo ritual con prostitutas (permitido, a diferencia del sexo homosexual, que consideran tabú) y la utilización de restos humanos en sus rituales alimentan la controversia. Sin embargo, es importante recordar que la generalización es peligrosa y que dentro de la tradición Aghori existe una diversidad de prácticas e individuos.

Los Aghori representan una expresión extrema de la búsqueda espiritual hindú, una vía que desafía las normas sociales y abraza lo que la mayoría considera impuro en un intento por trascender las limitaciones de la dualidad.

Su historia, marcada por la asimilación de prácticas antiguas y una reciente incursión en el servicio social, los convierte en un enigma cultural complejo y fascinante para aquellos que se atreven a mirar más allá de la superficie. Para el viajero curioso, un encuentro con el mundo de los Aghori ofrece una perspectiva única sobre la diversidad y la radicalidad del misticismo indio, recordándonos que la búsqueda de la trascendencia puede tomar caminos tan inusuales como incomprensibles.

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