¡Escándalo en Sevilla! Caballos al límite y caballistas fuera de control en la Feria
Imágenes impactantes revelan el lado oscuro de la celebración: animales exhaustos, caídos y jinetes ebrios campan a sus anchas, según denuncia Pacma.
El Partido Animalista Pacma ha puesto el grito en el cielo tras la reciente Feria de Abril de Sevilla, calificándola como una de las ediciones "más descontroladas e irresponsables" en lo que respecta al bienestar animal.
A través de un duro informe acompañado de imágenes, la formación política denuncia un panorama desolador de caballos sometidos a un estrés extremo, caballistas con evidentes signos de embriaguez y una alarmante falta de control por parte de las autoridades municipales.
Caballos exhaustos circulando hasta altas horas de la noche, desplomándose por agotamiento bajo el peso de carruajes sobrecargados – algunos llegando a transportar hasta once personas tiradas por solo dos animales, o incluso ocho con un único equino – son solo algunos de los incidentes documentados. La denuncia también señala la presencia de caballistas con evidentes signos de embriaguez, poniendo en riesgo su propia seguridad y la de los animales y viandantes.
"Hemos vuelto a ver cómo se ignoran las recomendaciones a plena luz del día y con absoluta desfachatez", lamenta Clara Márquez, coordinadora provincial de Pacma en Sevilla. La formación critica la insuficiencia de las medidas adoptadas por el Ayuntamiento, calificando de "irrisorias" las apenas 20 pruebas de alcoholemia realizadas diariamente a los caballistas durante el desalojo del recinto, en comparación con la masiva afluencia de público y los más de 900 carruajes que llegaron a circular en un solo día.
A pesar de que las temperaturas más suaves que en ediciones anteriores evitaron fallecimientos masivos de caballos, tal como reconoce el propio Pacma, la formación insiste en que se documentaron "diversas situaciones de maltrato animal" tanto dentro del recinto ferial como en las zonas aledañas. Incluso se detectó el uso de una guarnición prohibida, la 'serrería viva', que causa graves daños a los animales, y caballos con heridas que, tras ser atendidos superficialmente, fueron devueltos al trabajo.
Ante esta situación, Pacma aboga por una solución radical: la abolición del uso de animales en la Feria y su sustitución por carruajes eléctricos. "La Feria no es un lugar para los animales y cada año los accidentes, algunos mortales, lo reconfirman", afirma Márquez, instando al Ayuntamiento a priorizar la protección animal e implementar la transición hacia vehículos eléctricos que ya han sido propuestos.
Mientras la magia de la Feria de Abril continúa atrayendo a visitantes de todo el mundo, esta denuncia pone de manifiesto un debate latente sobre la tradición y el bienestar animal. ¿Podrá Sevilla mantener el encanto de sus costumbres sin comprometer la integridad de los seres vivos que forman parte de ellas? El debate está abierto y las imágenes de esta edición han encendido una luz de alarma que muchos esperan que no se ignore.