La tensión en Oriente Medio dispara las alarmas de viaje globales: ¿Qué implica para el turismo?

Las recientes advertencias del Departamento de Estado de EE. UU. han puesto a Israel en la máxima categoría de riesgo, Nivel 4, uniéndose a Irán y otros países en una lista que redibuja el mapa de la seguridad para viajeros y desafía la estabilidad del turismo global.

El panorama geopolítico actual se torna cada vez más complejo, con la escalada del conflicto entre Israel e Irán resonando en todo el mundo. Las implicaciones van más allá de las fronteras regionales, afectando directamente la industria del turismo, un pilar fundamental para muchas economías. El Departamento de Estado de Estados Unidos, en su misión de proteger a sus ciudadanos en el extranjero, ha actualizado drásticamente sus advertencias de viaje, clasificando a varios países de Oriente Medio en la categoría de "No viajar", lo que no solo altera planes personales sino que también impacta la cobertura de seguros de viaje, pudiendo invalidarla en zonas de riesgo extremo.

El Sistema de Alertas de Viaje de EE. UU.: Una Guía para la Precaución

Para entender el impacto de estas advertencias, es crucial conocer cómo funciona el sistema de clasificación del Departamento de Estado. Este organismo emite alertas periódicas que asignan un nivel de seguridad a cada país, basándose en información de expertos en seguridad e inteligencia, embajadas, consulados y otras agencias federales. Las misiones diplomáticas en el extranjero monitorean la situación local, considerando amenazas terroristas, disturbios civiles, catástrofes naturales, estabilidad política e infraestructuras, entre otros factores.

El sistema se divide en cuatro niveles:

  • Nivel 1: Tomar precauciones normales. El destino se considera generalmente seguro, pero se aconseja la precaución habitual. Países como Canadá o Fiyi suelen estar en esta categoría.

  • Nivel 2: Tenga mayor precaución. Implica algunos riesgos de seguridad, pero es seguro visitarlo con mayor alerta y siguiendo los consejos locales. La delincuencia, el terrorismo o las protestas pueden ser los motivos, como es el caso de Países Bajos.

  • Nivel 3: Reconsidere el viaje. Se utiliza cuando existen problemas de seguridad graves, como disturbios civiles, alta criminalidad o infraestructuras deficientes. Colombia, por ejemplo, se encuentra en esta clasificación.

  • Nivel 4: No viaje. Se emite debido a riesgos extremos como guerra, terrorismo o un sistema de salud colapsado. El gobierno de EE. UU. advierte que la asistencia a los viajeros en estos lugares podría ser limitada. Alrededor de 20 países se encuentran en esta categoría, incluyendo Rusia y Haití.

Es importante destacar que algunos países, como India o Filipinas, pueden tener alertas a nivel regional que difieren de la clasificación general del país. Asimismo, el estatus de cualquier nación puede cambiar de forma súbita. Casos como Israel, Cisjordania y Gaza, y México, se clasifican como "Otros" debido a la evolución rápida de situaciones como el crimen organizado o conflictos regionales que no encajan en las categorías numéricas tradicionales.

Oriente Medio en Alerta Máxima: ¿Qué Países Están en la Lista "No Viajar"?

La reciente actualización ha elevado la preocupación en torno a la región de Oriente Medio. Además de Irán, que ya se encontraba bajo la alerta de Nivel 4, Israel se ha sumado a esta categoría. La advertencia para Israel subraya el "conflicto armado, terrorismo y disturbios civiles", destacando la imprevisibilidad de la situación en ciudades como Tel Aviv y Jerusalén, y el riesgo constante de ataques con misiles, morteros y drones.

Otros países en Nivel 4: "No viajar" son:

  • Siria

  • Irak

  • Líbano

  • Libia

  • Yemen

Estos países son clasificados bajo riesgo máximo debido a factores como conflictos armados, terrorismo, secuestros y disturbios civiles. La situación de seguridad en estas naciones es extremadamente volátil.

Repercusiones en la Región y el Turismo Global

Más allá del Nivel 4, otros países de la región han visto sus alertas elevarse:

  • Nivel 3: Reconsiderar el viaje: En esta categoría se encuentran destinos de gran atractivo turístico como Egipto y Turquía, donde las tensiones internas y amenazas en ciertas regiones sugieren una reconsideración de los planes de viaje.

  • Nivel 2: Ejercer mayor precaución: Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Omán figuran aquí. A pesar de que ciudades como Dubái y Abu Dabi son consideradas entre las más seguras del mundo por índices como Numbeo, la advertencia del Departamento de Estado resalta la necesidad de precaución adicional, especialmente en zonas con actividad terrorista o inestabilidad.

  • Nivel 1: Precauciones normales: Los únicos países de Oriente Medio y Norte de África que permanecen en esta categoría, considerada la más segura, son Qatar y Kuwait. Su estatus podría estar influenciado por la presencia de bases militares estadounidenses.

La emisión de estas alertas refleja el panorama de riesgo geopolítico en tiempo real, ilustrando una fase crítica en la región. La posibilidad de una escalada militar directa entre Estados Unidos e Irán, especialmente tras los recientes ataques a instalaciones nucleares iraníes por parte de EE.UU. y la consecuente condena internacional, podría implicar a otros actores regionales. La comunidad internacional, con la ONU a la cabeza, ha expresado su profunda alarma y ha llamado urgentemente a la desescalada y al diálogo para evitar una catástrofe de consecuencias globales.

Impacto en las Economías Mundiales y el Turismo

El turismo es un motor económico vital para muchos países, y estas advertencias tienen un impacto directo y significativo. La principal repercusión es la disminución de los viajes a las zonas afectadas, lo que se traduce en pérdidas económicas para aerolíneas, hoteles, operadores turísticos y negocios locales.

Los países más afectados por estas alertas, y por ende, por la reducción del turismo, son aquellos directamente involucrados en los conflictos o con el nivel de alerta más alto. Israel e Irán, junto con Siria, Irak, Líbano, Libia y Yemen, experimentarán una drástica caída en el número de visitantes. Otros destinos en los niveles 2 y 3, como Egipto y Turquía, si bien no se desaconsejan completamente, verán una reducción en el flujo turístico debido a la percepción de riesgo.

Más allá de Oriente Medio, la incertidumbre geopolítica también ha empezado a afectar otros destinos. Las previsiones de la patronal de agencias de viajes españolas, Acave, ya anticipan una caída en las reservas nacionales hacia Estados Unidos. Este descenso se atribuye no solo al temor por la entrada de EE. UU. en el conflicto, sino también a las políticas arancelarias y a un posible aumento de las restricciones migratorias de la administración Trump, generando un "boicot" por parte de turistas europeos, según expertos. Durante la primera mitad de 2025, los viajes internacionales a EE.UU. ya han experimentado una caída del 3.3% respecto al año anterior, con España y el Reino Unido mostrando disminuciones significativas en el número de turistas.

En un mundo cada vez más interconectado, las tensiones en una región pueden tener efectos dominó en economías lejanas. La seguridad y la percepción de riesgo son factores determinantes en las decisiones de viaje, y la inestabilidad actual en Oriente Medio es un claro ejemplo de cómo la geopolítica puede redefinir el mapa del turismo global.

Elmer Pérez

Periodista y especialista en viajes. Corresponsal de televisión y redactor de contenido.

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