Sequías, contaminación y conflictos: la Semana Mundial del Agua alerta sobre un recurso en riesgo

Foto: Nabil Elandari / Parque Nacional Canaima - Venezuela

La Semana Mundial del Agua, celebrada en Estocolmo, reúne a expertos y líderes internacionales para debatir sobre la crisis hídrica global, sus impactos en la salud, la economía y el medioambiente, y las soluciones urgentes para garantizar un acceso sostenible.

La Semana Mundial del Agua (World Water Week) es el evento internacional más importante dedicado al análisis, debate y búsqueda de soluciones a los desafíos relacionados con el agua. Se celebra cada año en Estocolmo, organizada por el Instituto Internacional del Agua de Estocolmo (SIWI) desde 1991.

Su objetivo es crear un espacio de encuentro entre gobiernos, científicos, empresas, ONG y sociedad civil para discutir cómo garantizar un acceso justo y sostenible al agua en un contexto de cambio climático y aumento de la población mundial.

La importancia del agua para la vida y la economía

El agua es mucho más que un recurso natural: es un motor de desarrollo económico y social. Según Naciones Unidas, más de 2.200 millones de personas carecen de acceso a agua potable segura, lo que equivale a casi un tercio de la población mundial.

Además, la agricultura consume alrededor del 70% del agua dulce disponible, lo que genera tensiones en regiones con sequías cada vez más intensas. El agua no solo garantiza la alimentación, sino también la producción energética, la industria y la salud pública.

Foto: Nabil Elandari / Bali

Datos alarmantes sobre el agua en el mundo

  • El 40% de la población mundial vive en regiones con estrés hídrico severo.

  • Cada año, 829.000 personas mueren por enfermedades vinculadas al consumo de agua contaminada.

  • Se estima que en 2050 la demanda de agua crecerá en un 30% debido al aumento demográfico y económico.

Foto: Nabil Elandari / Salto Ángel - Venezuela

Los grandes retos de la gestión del agua

La Semana Mundial del Agua 2025 se centra en los principales desafíos que afectan al recurso más preciado de la humanidad:

  • Cambio climático y sequías

El aumento de las temperaturas intensifica sequías históricas en regiones como el Mediterráneo, el Cuerno de África y América Latina. En España, por ejemplo, 2023 cerró como el tercer año más seco desde que existen registros, lo que impacta directamente en la agricultura y el turismo.

  • Contaminación y mala gestión

Un informe de la UNESCO advierte que el 80% de las aguas residuales a nivel global se vierte sin tratamiento, contaminando ríos, mares y acuíferos.

  • Conflictos por el agua

El agua se ha convertido en un factor de tensión geopolítica. En Oriente Medio y África, la competencia por el control de ríos como el Nilo o el Éufrates incrementa las tensiones sociales y políticas.

Agua y economía: un binomio inseparable

La economía global depende del agua más de lo que se suele reconocer. Industrias como la textil, la energética o la tecnológica consumen miles de litros por cada unidad de producto.

Por ejemplo, producir una camiseta de algodón requiere unos 2.700 litros de agua, equivalente al consumo de una persona durante dos años y medio.

De seguir con el actual modelo, el Banco Mundial advierte que la escasez de agua podría reducir el PIB mundial hasta en un 6% en 2050, especialmente en regiones en desarrollo.

Foto: Yéssica Salazar / Río Nilo - Egipto

Una reflexión necesaria: del consumo a la sostenibilidad

La Semana Mundial del Agua no es solo un evento académico, es un recordatorio urgente: el agua es finita y está en riesgo.
En un mundo donde más de 400 ciudades ya enfrentan problemas graves de abastecimiento, urge un cambio hacia la eficiencia, la innovación tecnológica y la justicia social en el acceso al agua.

El reto es doble: asegurar agua para las personas y preservar los ecosistemas que la generan. Solo así será posible garantizar un futuro sostenible donde el agua no sea un privilegio, sino un derecho universal.

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