Un terremoto de magnitud 6.5 sacudió a Colombia: Un recordatorio del vigor geológico del país
Mapa del epicentro del seísmo registrado este domingo en Colombia. SERVICIO GEOLÓGICO COLOMBIANO
Un fuerte sismo de magnitud 6.5 estremeció esta mañana el centro de Colombia, generando momentos de pánico generalizado, aunque, afortunadamente, sin reportes iniciales de víctimas ni daños mayores. Este evento subraya la constante actividad sísmica de una nación asentada en una de las zonas geológicamente más dinámicas del planeta.
La mañana colombiana del domingo 8 de junio se vio alterada por un terremoto de magnitud 6.5, con epicentro en Paratebueno, Cundinamarca, a unos 211 kilómetros al suroeste de Bogotá. El Servicio Geológico Colombiano (SGC) registró el temblor a las 08:08 hora local, seguido por una réplica de magnitud 4.0 apenas doce minutos después. A pesar de la intensidad y la percepción generalizada que llevó a miles de ciudadanos a salir de sus casas en pijama, las autoridades, a través de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), no han reportado víctimas ni daños materiales significativos hasta el momento, manteniendo los protocolos de emergencia activos.
La profundidad superficial del sismo (inferior a 30 km) explica por qué fue sentido con tanta fuerza en diversas regiones, lo que provocó una sensación de alarma y pánico en la población, que describió los segundos del temblor como una "eternidad".
Este suceso es un recordatorio de que Colombia se encuentra en una región de alta actividad sísmica. Ubicado en el famoso Cinturón de Fuego del Pacífico, el país es testigo de aproximadamente el 85% de la actividad sísmica global. Además, su territorio está surcado por múltiples fallas geológicas activas, como el sistema de fallas de Romeral, la falla Frontal de la Cordillera Oriental y la falla de Bucaramanga-Santa Marta. La región central, donde se localizó el epicentro de hoy, ha experimentado temblores similares en el pasado, como el de 2008 en Quindío (magnitud 5.7) y el de 2019 en Santander (magnitud 6.1).
Más allá del temblor: Convivir con la geología viva
Para el viajero que explora Colombia, entender esta realidad geológica añade una capa fascinante al conocimiento del país. Lejos de ser un inconveniente, la actividad sísmica es una manifestación de la fuerza vital de la Tierra que ha modelado paisajes espectaculares, desde las imponentes cordilleras Andinas hasta valles profundos y complejos sistemas volcánicos.
La misma energía que causa los temblores ha dado origen a paisajes volcánicos impresionantes como el del Parque Nacional Natural Los Nevados, hogar de picos como el Nevado del Ruiz, o el de la Sierra Nevada de Santa Marta, la montaña costera más alta del mundo, que se eleva directamente desde el Caribe. La presencia de aguas termales y fuentes geotermales en diversas regiones, como las de Santa Rosa de Cabal o Paipa, también es un regalo directo de esta intensa actividad subterránea, ofreciendo experiencias de relajación y bienestar únicas para los visitantes.
Además, la geología colombiana influye directamente en su rica biodiversidad. Las diferentes alturas y microclimas creados por la formación de montañas y valles han dado lugar a una variedad asombrosa de ecosistemas, desde páramos hasta selvas tropicales, convirtiendo a Colombia en uno de los países más megadiversos del mundo.