Europa abre la puerta al cobro por equipaje de mano y endurece las compensaciones por retrasos aéreos

Una polémica propuesta aprobada por la mayoría de ministros de Transporte de la UE permitiría a las aerolíneas cobrar por servicios hasta ahora gratuitos, como el equipaje de mano o los asientos contiguos para acompañantes de personas con movilidad reducida. La medida, que aún debe pasar por el Parlamento Europeo, también recorta los derechos de los pasajeros frente a retrasos.

La reciente decisión de la Comisión Europea de modificar el reglamento sobre los derechos de los pasajeros en el transporte aéreo ha desatado una fuerte polémica. Aunque aún no es vinculante —debe ser aprobada por el Parlamento Europeo—, el visto bueno de la mayoría de ministros de Transporte de los 27 Estados miembros representa un giro sustancial en las políticas de protección al viajero.

¿Qué cambia exactamente?

La reforma propone legalizar prácticas que, hasta ahora, han sido objeto de sanción en países como España. Entre los cambios más relevantes destacan:

  • Cobro por equipaje de mano: Solo será gratuito el que quepa debajo del asiento (máximo 40x30x15 cm). El resto podrá ser tarifado, lo que contraviene sentencias del Tribunal de Justicia de la UE.

  • Cobro por reservar asientos contiguos: Incluyendo los necesarios para acompañantes de personas con movilidad reducida, a menos que haya disponibilidad gratuita.

  • Penalización por corrección de datos: Las aerolíneas podrán cobrar por modificar el nombre u otros datos del billete si se hace dentro de las 48 horas previas al vuelo.

  • Endurecimiento de indemnizaciones por retraso: Actualmente, se puede reclamar a partir de tres horas de demora, pero el nuevo umbral sería de entre 4 y 6 horas, según la distancia del trayecto.

Las nuevas compensaciones también bajan: 300 euros por retrasos de más de 4 horas en vuelos de hasta 3.500 km y 500 euros si el trayecto es superior a esa distancia y el retraso supera las 6 horas. Esto representa una disminución notable respecto a los actuales 250, 400 y 600 euros según tramos.

España, en pie de guerra

España, junto con Alemania, Estonia y Portugal, votó en contra de esta reforma. El ministro de Consumo, Pablo Bustinduy, ha sido especialmente crítico, calificando las medidas como “abusivas e ilegales”. En 2024, su ministerio impuso multas históricas de más de 150 millones de euros a Ryanair, Volotea, Vueling y EasyJet por recargos indebidos por equipaje de mano.

Bustinduy sostiene que legalizar el cobro por este tipo de servicios “demuestra que hasta ahora eran ilegales”. Además, advirtió que España seguirá liderando la defensa de los derechos de los consumidores en Europa y espera que el Parlamento Europeo bloquee el avance de estas modificaciones.

¿A quién beneficia este cambio?

La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) ha defendido algunos de los cambios, en especial el aumento del tiempo mínimo para reclamar compensaciones por retraso. Argumentan que esto permitiría evitar cancelaciones al dar a las aerolíneas más margen para reorganizar operaciones. “La finalidad última del pasajero es llegar a su destino, no recibir una compensación”, aseguran.

Un pulso abierto entre derechos y rentabilidad

Esta reforma abre una brecha entre el interés de las grandes aerolíneas por rentabilizar aún más los servicios auxiliares y la defensa de los derechos básicos del pasajero. El Parlamento Europeo tiene ahora la última palabra. La decisión marcará el rumbo del modelo aéreo en la Unión Europea y será un termómetro de hasta qué punto las instituciones están dispuestas a ceder ante las presiones del sector frente al bienestar de millones de viajeros.



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