¿Pensando en el Sudeste Asiático? 5 razones para poner Brunei en tu lista
Aunque los destinos asiáticos están cada vez más en boga, este país sigue siendo un destino desconocido para el turismo de masas. Este diminuto y próspero sultanato encierra selvas intactas, arquitectura islámica histórica y una cultura que mezcla tradición, riquezas económicas y espiritualidad.
Brunéi Darussalam, cuyo nombre significa literalmente “Morada de la Paz”, está situado en la costa norte de la isla de Borneo, entre los estados malasios de Sarawak y Sabah. Su historia se remonta al siglo XIV, cuando surgió como un sultanato influyente vinculado al comercio regional con China, la India y más tarde con el Islam. Alcanzó su apogeo en el siglo XV, cuando su control marítimo se extendía por gran parte del sudeste asiático.
Durante los siglos siguientes, el poder de Brunéi decayó debido a las guerras internas, la colonización europea en la región y el auge de Malaca. En 1888, el país pasó a ser un protectorado británico, lo que le permitió conservar su soberanía interna y monarquía islámica. Esta relación se mantuvo hasta 1984, cuando Brunéi recuperó su independencia total bajo la figura de su actual monarca, el Sultán Hassanal Bolkiah, considerado uno de los hombres más ricos del planeta.
Hoy, Brunéi es una monarquía absoluta islámica con un alto nivel de vida, gracias a sus vastas reservas de petróleo y gas. A pesar de su riqueza, ha optado por el conservacionismo, preservando el 70% de su selva tropical, lo que lo convierte en un destino ideal para los amantes de la naturaleza virgen.
Qué ver y hacer en Brunéi: mezquitas doradas, aldeas flotantes y selva tropical
La capital, Bandar Seri Begawan, sorprende al visitante por su calma, sus avenidas casi vacías y su riqueza arquitectónica. La Mezquita Omar Ali Saifuddien, con su cúpula de oro macizo reflejada en una laguna artificial, es una de las más bellas de Asia. A poca distancia, se encuentra la Jame'Asr Hassanil Bolkiah, la mezquita más grande del país, construida en honor al actual sultán.
Una visita obligada es Kampong Ayer, la mayor aldea flotante del mundo. Más de 40.000 personas viven allí en casas sobre pilotes de madera, conectadas por pasarelas, en un ejemplo de comunidad tradicional que ha resistido al paso del tiempo. Además, se pueden realizar recorridos en barco por el río Brunéi, desde donde se vislumbra el Palacio Real Nurul Iman, el más grande del planeta, con casi 2.000 habitaciones, pero cerrado al público.
Para los viajeros más aventureros, el país guarda su tesoro natural en el Parque Nacional Ulu Temburong, una extensión de selva virgen solo accesible por barco. Aquí se puede practicar senderismo entre cascadas, navegar por ríos rodeados de manglares o caminar sobre puentes suspendidos a más de 60 metros de altura. Este entorno alberga monos narigudos, mariposas gigantes, cocodrilos y aves exóticas.
Cómo llegar a Brunéi desde España
Aunque no existen vuelos directos desde Madrid o Barcelona a Brunéi, es posible llegar fácilmente con una o dos escalas, dependiendo de la combinación elegida. Las rutas más habituales pasan por Kuala Lumpur (Malasia), Singapur, Bangkok o Doha. Desde estas ciudades, vuelos regionales conectan con Bandar Seri Begawan (BWN), el aeropuerto internacional del país.
Mejores aerolíneas para volar desde Europa a Brunéi:
Turkish Airlines (Madrid/Barcelona–Kuala Lumpur)
Singapore Airlines (Madrid–Singapur)
Qatar Airways (Madrid–Doha–Kuala Lumpur o Singapur)
Emirates (Barcelona–Dubái–Kuala Lumpur)
Royal Brunei Airlines: conecta Londres con Brunéi y ofrece conexiones regionales
Consejo: reservar un vuelo multi-ciudad permite combinar Brunéi con destinos cercanos y abaratar costes.
¿Con qué otros destinos combinar Brunéi?
Brunéi puede formar parte de una ruta más amplia por el sudeste asiático. Algunos destinos fácilmente combinables son:
Malasia: Sabah y Sarawak comparten la isla de Borneo con Brunéi. Desde la ciudad de Miri (Sarawak) se puede cruzar por carretera o ferry.
Singapur: vuelos frecuentes de 2 horas conectan con Brunéi. Ideal para añadir modernidad y vida urbana al viaje.
Indonesia (Kalimantan): región selvática de Borneo con rica biodiversidad.
Filipinas o Tailandia: para continuar con sol, islas y cultura del sudeste asiático.
¿Por qué Brunéi merece una visita?
Pese a su tamaño, Brunéi es un país que desafía estereotipos: tiene el palacio más grande del mundo, comunidades que viven sobre el agua, una selva casi intacta y un estilo de vida marcado por la religión, la riqueza petrolera y una fuerte identidad cultural. No encontrarás alcohol ni discotecas, pero sí paz, limpieza, seguridad y hospitalidad.
Su exotismo, su historia real y su biodiversidad convierten a este sultanato en un lugar fuera del circuito tradicional, ideal para quien busca algo más auténtico y menos turístico. En una región cada vez más explotada turísticamente, Brunéi ofrece una experiencia pausada, espiritual y profundamente distinta.