De España a Luxemburgo: cómo llegar al primer país con transporte público gratis
¿Sabías que Luxemburgo es el primer país del mundo con transporte público gratuito? Desde 2020, turistas y locales pueden recorrer sus paisajes y ciudades medievales sin pagar un euro.
Luxemburgo es un estado europeo que limita con Bélgica, Francia y Alemania y cuya capital, la Ciudad de Luxemburgo, está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Con poco más de 650.000 habitantes, combina naturaleza, historia y modernidad en un territorio que se puede recorrer fácilmente en pocos días.
La mejor época para viajar a Luxemburgo es en primavera (abril-junio) o en otoño (septiembre-noviembre), cuando el clima es templado, los paisajes lucen más verdes o dorados y los precios son más accesibles. En invierno, sus mercados navideños se convierten en una de las principales atracciones, mientras que en verano abundan festivales culturales y gastronómicos.
Transporte gratis: un atractivo único
Desde marzo de 2020, Luxemburgo se convirtió en el primer país del mundo en eliminar el pago del transporte público. Autobuses, trenes y tranvías son totalmente gratuitos, incluso para turistas. Solo los asientos de primera clase requieren tarifa, pero la segunda clase, que cubre prácticamente todo el país, no tiene coste.
Además, puedes subir tu bicicleta sin pagar suplemento y, los fines de semana, usar autobuses nocturnos gratuitos. Eso sí, los trenes internacionales hacia Francia, Alemania o Bélgica sí requieren billete, con precios que rondan entre 40 y 100 euros.
Cómo llegar y moverse
Para los viajeros desde España, la mejor opción es volar:
Desde Madrid, el vuelo directo dura 5 horas (desde 70 €).
Desde Barcelona, en menos de 5 horas también puedes llegar (70-195 €).
Otras opciones son el tren internacional (unas 12 horas desde Madrid o Barcelona) o el autobús (16-25 horas, desde 70 €).
La Ciudad de Luxemburgo es el principal punto de llegada, con el Aeropuerto de Luxemburgo (LUX) a solo 6 km del centro. La red ferroviaria nacional cuenta con seis líneas principales que conectan la capital con todo el país y con terminales internacionales hacia París, Bruselas y Frankfurt.
Qué ver en Luxemburgo
Casamatas del Bock: túneles defensivos subterráneos, comparables a las catacumbas de París.
Castillo de Vianden: al norte del país, es una de las fortalezas feudales más grandes de Europa.
Valle del Mosela: famoso por sus viñedos y pueblos pintorescos.
Región de Müllerthal: apodada la “Pequeña Suiza de Luxemburgo”, ideal para senderismo.
Itinerario recomendado
2 noches: suficiente para recorrer la capital, sus murallas, museos y probar la gastronomía local.
3-4 noches: permite incluir excursiones al Castillo de Vianden, el Valle del Mosela y Müllerthal.
5 noches o más: combina Luxemburgo con escapadas en tren a París, Bruselas o Estrasburgo.
Luxemburgo no solo es el país más rico del mundo en términos de PIB per cápita, sino también el más innovador en movilidad. Viajar aquí significa recorrer castillos medievales, valles verdes y una capital vibrante, todo con un transporte público gratuito y eficiente. Una razón más para que este pequeño país se convierta en uno de los destinos más curiosos y sostenibles de Europa.