Imágenes virales de ‘conejos con cuernos’ en la cabeza generan pánico en Estados Unidos
En Fort Collins, Colorado, los vecinos se han topado con una escena tan insólita como inquietante: conejos silvestres con protuberancias negras en la cabeza, una condición que ya fue aclarada por las autoridades de vida silvestre.
En el norte de Colorado, ver conejos correteando por jardines y parques es parte de la rutina. Sin embargo, las últimas semanas han causado alarma en Fort Collins: decenas de personas comenzaron a fotografiar a estos animales con lo que parecían cuernos o tentáculos oscuros saliendo de su cabeza. Las imágenes se viralizaron rápidamente en redes sociales, despertando todo tipo de teorías: desde mutaciones por inteligencia artificial hasta enfermedades desconocidas.
El origen: un virus conocido desde 1930
Colorado Parks and Wildlife (CPW) desmintió los rumores y explicó que se trata del virus del papiloma de Shope, identificado por primera vez en 1930 por el investigador Richard Shope en conejos de cola blanca. Esta enfermedad viral provoca tumores cutáneos que, en algunos casos, adquieren formas alargadas y retorcidas que recuerdan a cuernos.
El papiloma afecta a varias subespecies locales de conejos de cola de algodón (montaña, desierto y Este), todas comunes en Norteamérica. Aunque el aspecto resulta alarmante, en la mayoría de los casos las protuberancias desaparecen al final del verano y no representan un riesgo para humanos ni otros mamíferos.
¿Un peligro para los conejos domésticos?
La portavoz de CPW, Kara Van Hoose, advirtió que, aunque la enfermedad es común en conejos silvestres, puede resultar más severa en conejos domésticos. Por eso, recomendó evitar el contacto directo con ejemplares silvestres y acudir a un veterinario en caso de notar lesiones similares en animales de compañía.
El contagio ocurre principalmente a través de la picadura de insectos durante los meses cálidos. Solo en casos extremos, cuando los tumores afectan los ojos o la boca, el virus puede comprometer la supervivencia del animal.
Un fenómeno viral… pero natural
Los conejos, además, enfrentan un alto índice de mortalidad por depredadores como coyotes, zorros, halcones y búhos. A ello se suma la presión de la caza humana, que anualmente mata a unas 50.000 liebres de cola de algodón en Colorado. Aun así, su población sigue siendo alta gracias a la rapidez de su reproducción: cada hembra puede tener hasta siete crías tras un mes de gestación.
La naturaleza encuentra sus propios equilibrios. Y aunque los conejos con cuernos parezcan salidos de un cuento oscuro, lo cierto es que se trata de un fenómeno documentado y cíclico, que cada verano reaparece en los campos y ciudades del estado de Colorado.