Japón ante el riesgo de un ‘megaterremoto’: 800 sismos en una semana y miedo a un gran desastre en la fosa de Nankai

Desde el 21 de junio, las remotas islas Tokara han sido escenario de una inquietante cadena sísmica. Y mientras los temblores no cesan, el Gobierno japonés se prepara para el peor escenario: un megaterremoto que podría dejar cientos de miles de muertos.

El archipiélago Tokara, un conjunto de islas volcánicas al suroeste de Japón, ha vivido una intensa actividad sísmica con más de 800 terremotos registrados desde el pasado 21 de junio. Aunque la mayoría han sido de baja o moderada intensidad, varios de ellos alcanzaron magnitudes cercanas a los 5 grados, despertando la alerta entre los habitantes y autoridades de la región.

Los temblores se concentran alrededor de la isla Kodakarajima, dentro del municipio de Toshima, prefectura de Kagoshima. Aunque por ahora no se reportan heridos ni daños estructurales, el Observatorio Meteorológico Regional ha instado a la población a mantenerse en alerta, ya que no se descarta un nuevo terremoto de mayor intensidad.

Este fenómeno ha vuelto a poner el foco en la vulnerabilidad sísmica de Japón, un país asentado sobre el Anillo de Fuego del Pacífico, una de las zonas más sísmicamente activas del planeta. Aunque la sociedad japonesa está altamente preparada para estos eventos, los últimos movimientos han coincidido con un aviso aún más alarmante.

¿Un megasismo a la vista?

El Gobierno japonés ha actualizado su plan nacional de prevención ante un posible megaterremoto en la fosa de Nankai, una enorme fractura submarina frente a la costa sur del país, que históricamente ha sido epicentro de grandes desastres.

Las nuevas previsiones no son alentadoras: hasta 298.000 muertes podría causar un sismo de gran magnitud en esa zona. Por eso, el Consejo Central de Prevención de Desastres ha puesto en marcha una estrategia más agresiva, que incluye:

  • Refuerzo estructural de viviendas vulnerables antes de 2035.

  • Mapas de riesgo de tsunamis y simulacros en 723 municipios de 30 prefecturas.

  • Reducción del 50 % en el número de edificios destruidos o incendiados.

  • Mejores condiciones en los refugios temporales y acopio de suministros esenciales.

  • Coordinación logística para emergencias y evacuaciones masivas.

El turismo frente a la tierra que tiembla

A pesar de los riesgos sísmicos, Japón sigue siendo un destino fascinante para los viajeros más intrépidos. La belleza salvaje de las islas Tokara, con sus playas vírgenes, aguas termales y su naturaleza volcánica, sigue cautivando a quienes buscan experiencias fuera del circuito turístico tradicional.

Pero estos sismos recuerdan que la belleza natural a menudo viene acompañada de fuerza indomable, y que viajar por Japón implica también conocer y respetar su entorno geológico. Los visitantes deben informarse sobre medidas de seguridad sísmica, registrar sus estancias y seguir siempre las indicaciones locales.

Resiliencia japonesa

Mientras tanto, la población japonesa —acostumbrada a vivir en armonía con los temblores— mantiene la calma. La preparación y disciplina social frente a los desastres naturales convierten al país en un ejemplo global de resiliencia y respuesta ante emergencias.

El suelo tiembla, pero la vida continúa. Y aunque la tierra aún guarda sacudidas por venir, Japón sigue firme… y preparado.

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