Ola de calor histórica golpea el sur de Europa con fuerza letal
Desde Venecia hasta Lisboa, enfrentan una ola de calor temprana con temperaturas que alcanzan picos de más de 43 °C. Esta situación, que ya ha batido récords históricos en algunas regiones como Granada (España) con 46 °C, ha puesto en alerta a las autoridades y ha generado preocupación por sus impactos en la salud humana y la biodiversidad.
La ola de calor está teniendo un impacto significativo en la salud pública, especialmente en grupos vulnerables como ancianos, enfermos crónicos y personas sin hogar. En Italia, 21 ciudades están en alerta máxima, y los hospitales han reportado un aumento del 10% en casos de golpes de calor, deshidratación y agotamiento. Los síntomas varían desde fatiga y mareos hasta latidos rápidos del corazón, confusión y convulsiones en casos graves de insolación.
Además del riesgo directo de agotamiento e insolación, el calor extremo agrava condiciones preexistentes como enfermedades cardíacas, diabetes y asma. La combinación de altas temperaturas y la contaminación del aire, exacerbada por la proliferación de incendios forestales, crea un "cóctel mortal" que deteriora aún más la calidad del aire y aumenta los problemas respiratorios.
"Refugios climáticos" y medidas de protección
Ante esta situación, diversas ciudades y regiones han implementado medidas para mitigar los riesgos. Algunos hospitales han agilizado los tratamientos para golpes de calor, incluyendo la inmersión en agua fría. Ciudades como Venecia ofrecen visitas guiadas gratuitas a espacios climatizados para mayores de 75 años, Bolonia ha creado "refugios climáticos" con aire acondicionado y agua potable, y Roma ofrece acceso gratuito a piscinas municipales para mayores de 70.
Las autoridades insisten en la importancia de la precaución, aconsejando a la población mantenerse hidratada, evitar la exposición al sol en las horas centrales del día y buscar lugares frescos.
El fenómeno de la "isla de calor urbano" y el cambio climático
Expertos señalan que las olas de calor son cada vez más frecuentes e intensas debido al cambio climático. Las ciudades son particularmente vulnerables a este fenómeno, ya que el efecto de "isla de calor urbano" eleva aún más las temperaturas. Este efecto se produce cuando las superficies urbanas (asfalto, edificios) absorben y retienen más calor que las zonas rurales.
Científicos del Instituto Italiano de Protección e Investigación Medioambiental (ISPRA) advierten que se prevé que las temperaturas sigan aumentando en el futuro, lo que requerirá una adaptación continua a picos de calor cada vez más altos.
Afectaciones a la biodiversidad
La ola de calor no solo impacta a los humanos. En Francia, los servicios meteorológicos han emitido alertas en la mayor parte del país, y expertos advierten sobre el grave impacto en la biodiversidad. La Liga para la Protección de las Aves (LPO) ha reportado centros de atención saturados con aves en dificultades debido a las altas temperaturas en sus nidos, que pueden superar los 40 grados. En Portugal e Italia, los incendios forestales son una preocupación constante, con dos tercios de Portugal y la isla de Sicilia en alerta máxima.
Peligros Adicionales del Calor Extremo
Además de los riesgos mencionados, el calor extremo puede provocar otros problemas:
Mala salud mental: Las altas temperaturas pueden causar estrés, irritabilidad, ansiedad y deterioro cognitivo, afectando especialmente a personas con trastornos mentales preexistentes.
Accidentes y sobrecarga del sistema sanitario: El calor puede generar cortes de electricidad e interrupciones en el transporte, comprometiendo los servicios médicos en un momento de mayor demanda. Además, el estrés térmico puede afectar la concentración y el juicio, aumentando el riesgo de accidentes laborales y de tráfico.
En 2022, cerca de 62.000 personas murieron por calor extremo solo en Europa, lo que subraya la urgencia de tomar medidas preventivas y adaptarse a un clima cambiante.